martes, 14 de octubre de 2025

 PAULO LAFITTE (1976)


 

 

En Argentina existen 129 soldados que fueron secuestrados por la dictadura militar. La mayoría de ellos de Córdoba y Buenos Aires, aunque también los hay de otras provincias. En Mendoza, fueron dos los conscriptos que desaparecieron, ninguno era ciudadano mendocino pero les tocó hacer el servicio en esta provincia, y de acá se los llevaron. Paulo Laffitte nació el 6 de marzo de 1955 y comenzó el servicio militar el 5 de febrero de 1976,  el otro fue Néstor Alberto Oliva, el joven tenía 26 años y era salteño.                                                         

                                                                                       El Sol Online, del libro:   El escuadrón perdido

 

 

 Soy Paulo Laffitte y escribo

 

Escribo que nací

en un país dividido por la sombra del General

 

Escribo que soy argentino

que crecí en los sesenta

entre azules y colorados

cuando el Peronismo estaba prohibido

y en Cuba se enfuegaba el pájaro del Che

 

Escribo que fui convocado para servir a la Nación

un cinco de febrero de 1976

en la Compañía de Esquiadores de Alta Montaña

en el principado de Puente del Inca

en la muy República Sanmartiniana Provincia de Mendoza

 

Escribo que en ese tiempo mi jefe era el Teniente Mario Godoy

que su jefe era el Coronel Juan Esteban Echazú

que a este lo mandaba el General Jorge Maradona

que a su vez era mandado por uno que decía llamarse Luciano Benjamín Menendez

y que el Teniente General Videla los mandaba a todos

 

Escribo que vi montañas

y nieve  y cóndores

y compañeros soldados

pero no tengo los nombres

La historia y yo tenemos mala memoria para estos nombres

 

Escribo que escribí en setiembre una carta a mi madre

le contaba que estaba deprimido

de mal humor

que me encuentro metido en un problema bastante serio y peligroso

que creen que me drogo y que soy marxista

que me han fabricado guerrillero

que decidieron que debían castigarme

y que todavía no sé en que consiste el castigo

pero que no será blando

 

Escribo que me manden cigarrillos, té y azúcar

que los necesito

como se necesita el cariño

 

Escribo que escribí otra carta

fue en noviembre

estuve en el Hospital Militar dieciséis días panza arriba

que me mandaron porque dicen que tenía una personalidad psicopática

que necesito zapatos y una camisa

que me dieron de baja

pero que yo no me enteré

 

Escribo que desaparecí

que nadie sabe donde están mis huesos

que se perdieron mis documentos

que me buscó mi madre, mis amigos, mis compañeros

pero no encontraron nada

ni siquiera una parcela con mi nombre

 

Escribo que la Junta Médica del Hospital Militar

dijo que yo era un inútil para todo servicio

que el Muy Mayor Barrault

le dijo a mi madre que seguro que yo andaba por allí con alguna mujer

y que después otros

le aconsejaron desistir para no poner en peligro la vida de sus hijas

 

Escribo que no fui el único

que somos ciento veintinueve que no estamos

que hay mucho barro

mucha mierda que no ha sido revuelta

 

Escribo  que ya no escribo más

que solo soy un recuerdo

un retrato envejecido

una fosa común

otro nombre roto

en el Nunca Mas de la Patria

 

 

 


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