LO QUE GUARDAMOS EN EL ROPERO

                                                                      “¿Quién no tiene un caníbal en su casa?”

                                                                                                      Belgrano Rawson

 

¿Quién no se ha comido

 dos o tres homo sapiens?

 

¿Quién no ha cortado cabezas

las ha reducido

y se ha comido las coyunturas de algún adversario?

 

¿Quien no ha sacado a pasear a su asesino

y le ha prestado su pico y su pala

para que no le falte el trabajo?

 

Es fácil proclamarse vegetariano

recitar las verdades del Buda

subirse al trampolín del Evangelio

hamacarse en el sillón de los santos

 

Es muy sencillo pregonarse iluminado

vestirse de monaguillo

saludar en los velorios

 

Pero mientras compramos el boleto del pacifismo

 el caníbal

que guardamos en el ropero

nos mira tras las cortinas

y se ríe

mientras masca sin pene ni culpa

una pierna de mujer

unas tetas de matrona

o los sesos al vino blanco

de su muy querido jefe