viernes, 22 de junio de 2012

LA QUINTRALA





"Tiene la costumbre doña Catalina, La Quintrala, de cometer semejantes delitos como constan  largamente probados en las causas criminales que actualmente están pendientes  por la Real Audiencia de las que resultan más de cuarenta muertes que todas están probadas y  comprobadas con las señales de azotes y quemaduras que en toda la gente de sus  servicios ha hecho la dicha doña Catalina, que toda su vida ha cometido así en personas libres como en los indios de su encomienda...".
                                                       Acta del Juicio de la Real Audiencia . 1660


Desde el fondo de la historia te convoco
Doña Catalina de los Ríos y Lisperguer
dueña y señora de Huarpes, Mapuches, Negros,
yanaconas, mitayos y peones libres

Convoco tu fantasma
tu memoria
la sangre derramada

Convoco los fantasmas de los negros Julián y Lorenzo
de los indios Juan, Agustín, Jordanillo, Ignacio
tus perros de presa
tus torturadores
tus personeros de la muerte
Les daba doble comida por el trabajo sucio
destruidos  desde siempre no temían destruir
muertos en vida gozaban matando
 
Convoco a tus víctimas: Rufina, la negra
y Pascual mulato
y la mulata Herrera
y el pequeño cholillo Alonso de ocho años
y la negrita Catana
y María la mestiza
y Constanza india libre
y tantos otros que no quedaron en las actas,
de los cuales solos los cerros
y las piedras han conservado sus lamentos

Y aunque en vida te libraste de la justicia
y la ley no te pudo tocar
hoy  te invoco y te condeno

No te salvarás
no te salvarán
nadie
ni tu parentesco con el Gobernador
ni tus donaciones al Cabildo
ni tus acomodos con el Virrey
ni tus arreglos con la Real Audiencia
no te salvarán las veinte mil misas que mandaste a pedir en tu testamento
tampoco las quinientas comuniones  por el alma de tus víctimas
ni siquiera el hábito de los Agustinos con que te enterraron

Nada ni nadie te salvará
                          de esta memoria trágica con que te invoco.       




De mi libro LOS HIJOS DE HUAR. Historia poética de los Huarpes           

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